A las estrellas fijas se les llamó así para distinguirlas de los planetas o “errantes” que se mueven perceptiblemente a través del zodiaco y la eclíptica. Las estrellas fijas se mueven a velocidad muy lenta, de acuerdo con la precesión de los equinoccios; que corresponde a 1 grado cada 72 años.

Las estrellas fijas, parecen estar estacionarias con relación a la tierra y entre ellas mismas; se les agrupa en patrones simbólicos llamados constelaciones. A la posición que tiene una estrella fija se le llama longitud zodiacal y latitud zodiacal. La longitud zodiacal varía 50.29” de arco por año; la latitud zodiacal casi no cambia.

Los aspectos a utilizar en la interpretación de la carta natal son: la conjunción con los ángulos de la carta o con los planetas; algunos astrólogos también consideran las oposiciones entre las estrellas fijas y los ángulos y planetas.

Se recomienda utilizar un orbe de 1° a 1° 30′ a cada lado de la estrella fija. Cada estrella fija tiene como parte de sus características astrológicas la representación de las energías de uno o dos planetas y de la combinación de estas energías surge parte de su interpretación.

Los textos astrológicos antiguos describen los significados de las estrellas fijas de forma determinista, en muchos casos muestran situaciones y características muy pesimistas y fatalistas. La obra moderna más completa e importante, sobre astrología de las estrellas fijas son los dos volúmenes de la astróloga Diana K. Rosenberg Secrets of the Ancient Skies.

Otro libro muy importante sobre estrellas fijas es el escrito por Vivian Robson The Fixed Stars & Constellations in Astrology.

En esta conferencia se estudia la manifestación de las estrellas fijas en las cartas natales de los mexicanos ilustres: Juan José Arreola, Andrea Palma y Agustín Lara.