Cuando observamos una carta astral, invariablemente empezamos por ver cómo están las configuraciones, si tiene muchas cuadraturas, si tiene muchos trígonos, oposiciones, conjunciones, etcétera. Después con más calma empezamos a ver cómo están los planetas emplazados, qué cuadrantes están llenos, cuáles vacíos, si el hemisferio norte tiene más planetas ó acaso es el sur y de allí comenzamos a imaginar cómo podría ser esa persona.

Cuando entramos a detalle entonces nos encontramos con muchas más sorpresas y las cualidades ó elementos nos empiezan a cambiar la idea, o mejor dicho nos afina lo principal que habíamos visto, entonces se empieza a poner muy interesante el ver si el carácter pudiera tener una variedad que no habíamos percibido, si existiera algo que a simple vista no habíamos detectado y jugamos al detective, allí es cuándo se pone interesante el poder ver ciertas cualidades, cómo se usan ó ciertos asuntos qué, probablemente, se podrían arreglar, si el dueño de la carta los tiene vistos y si le interesa arreglarlos.