Reencuentro con la Astrología

La mayoría de las culturas antiguas más sobresalientes, como la griega, la romana, la mesopotámica, la mesoamericana, la china y la hindú, conocían y respetaban profundamente a la ciencia de la astrología.

Actualmente no sucede lo mismo, ya que esta ciencia se percibe equivocadamente, en parte por la ignorancia general, pero también por la proliferación de los malos astrólogos que han hecho de la ciencia de la astrología pura charlatanería barata, reduciéndola a “recetas de astrología” enmarcando a todos los individuos con ciertas características inamovibles.

Afortunadamente cada vez más personas empiezan a volver a tomar en serio la astrología gracias a los programas de cursos serios y a que los buenos astrólogos han decidido no aventurarse a describir ni a las personas ni al futuro sin un conocimiento profundo.

Hoy en día la astrología empieza a ser considerada como una gran herramienta de autoconocimiento que describe las tendencias de las personas, de sus relaciones o de los países. Esta ciencia nos ayuda a conocernos, con nuestras cualidades y defectos; talentos y vacíos, de forma mucho más rápida que la psicología o cualquier otra ciencia.

Lo más importante es considerar a la astrología como una ciencia que muestra una variedad de posibilidades, con diversos caminos a escoger en la vida.

La astrología se utiliza básicamente para dos fines:

1.- Ayudar al autoconocimiento; ya que indica la misión y la forma de cumplirla y muestra los talentos de cada quien, y la mejor forma y área para aplicarlos.

2.- Prevenir lo mal que le puede ir a la persona cuando no sigue su propia carta.

Lo esencial en la astrología es que cada persona viva su carta ya que ella representa la forma ideal de su personalidad. Debemos trabajar para unir nuestra personalidad externa con nuestra esencia interna, dejando a un lado todo lo innecesariamente aprendido y todos los prejuicios que no forman parte de nosotros.

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